Como seguro que ya sabéis, el 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. En esa fecha celebramos los avances sociales, económicos, culturales y políticos de las mujeres, pero también es una jornada para reflexionar sobre todo lo que queda por hacer para lograr la paridad entre los géneros. La UE sigue proponiendo y aprobando legislación para avanzar en los derechos de las mujeres y las niñas. En el Tribunal de Cuentas Europeo, hemos analizado la eficacia de esta política desde el punto de vista de los fondos de la UE, con resultados desiguales.

Está claro que ha habido progresos y muy buenas intenciones. En el Día Internacional de la Mujer de hace dos años, la Comisión Europea propuso una directiva sobre medidas para poner fin a la violencia contra las mujeres, sobre la que hace menos de un mes alcanzaron un acuerdo el Parlamento Europeo y el Consejo. Aunque la aprobación final sigue pendiente, el texto definitivo tipificará como delito la mutilación genital femenina, la ciberviolencia y el matrimonio forzado en los países que todavía no lo han hecho.

Sin embargo, nuestros auditores constataron que a veces la realidad dista mucho de tan nobles objetivos de la UE. En 2021, el Tribunal publicó un informe especial sobre integración de la perspectiva de género (es decir, la promoción activa de la paridad entre mujeres y hombres en todas las fases y en todos los ámbitos de la elaboración y aplicación de políticas de la UE). Observamos que lo que había hecho la Comisión por aplicar la perspectiva de género en su presupuesto no era ni mucho menos suficiente. Asimismo, señalamos que deben realizarse análisis del impacto de género en toda la financiación de la UE y que se deben recabar sistemáticamente datos desglosados por sexo. «La igualdad de género es un valor fundamental de la UE», afirma Eva Lindström, Miembro del Tribunal responsable de la auditoría. «La importancia de nuestro informe radicó en señalar que los avances en la consecución de este objetivo eran demasiado lentos. Observamos que la Comisión Europea aceptó total o parcialmente todas nuestras recomendaciones en 2021. Sin embargo, la igualdad de género sigue estando en riesgo en Europa. No hay que bajar la guardia».

El año pasado publicamos también un informe sobre la «Iniciativa Spotlight», un programa conjunto de la UE y la ONU para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo. Constatamos que, aunque el régimen supuso un avance positivo, la proporción de financiación que llegaba a los beneficiarios finales era demasiado baja, y su duración, demasiado corta como para crear un impacto duradero.

¿Qué tal está la situación de la igualdad de género en el Tribunal? Esta historia nos suena. En general, se ha mantenido un equilibrio de género coherente entre nuestro personal y actualmente la balanza se inclina ligeramente hacia el lado de las mujeres (53:47). Se ha producido una mejora significativa con respecto a la representación femenina en la alta dirección entre 2015 y el final de 2022, y la proporción de mujeres gerentes principales en las Salas de auditoría se ha cuadruplicado con creces. Sin embargo, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los puestos directivos (el 39 % al final de 2022) y sobrerrepresentadas en los puestos de grados más bajos, donde ocupan en más de un 66 % los puestos de secretaría y de asistente. Asimismo, los tres nuevos Miembros nombrados más recientemente en el Tribunal eran mujeres, lo que aumenta la representación femenina general entre los Miembros hasta el 40 %.

¿Ha hecho la UE lo suficiente por la igualdad de género?