La actividad de los lobbies o grupos de presión es una herramienta democrática que permite a organizaciones y personas contribuir a las políticas y la adopción de decisiones. No obstante, sin mecanismos de transparencia, estos grupos pueden dar lugar a influencia indebida, competencia desleal e incluso corrupción. Las instituciones legislativas de la UE (la Comisión, el Parlamento y el Consejo) adoptaron el registro de transparencia de la UE, un punto de entrada centralizado para los grupos de presión que deseen influir en el desarrollo de las políticas y decisiones de la UE. ¿Pero ofrece información adecuada al ciudadano sobre la posible influencia de los grupos de presión? ¿Y disponen estos grupos de un acceso justo e igualitario? Nuestros auditores examinan estas cuestiones, y sus conclusiones se harán públicas en abril.

La regulación de los grupos de presión afecta a cuestiones de ética, transparencia, integridad y lucha contra la corrupción. Varios Gobiernos de todo el mundo, así como diversas organizaciones internacionales, han elaborado reglamentos, principios, normas o directrices con el objetivo de establecer prácticas transparentes y éticas de los grupos de presión. Las instituciones aplican sus propios marcos éticos para disuadir al personal de seguir un comportamiento poco ético. En 2011, el Parlamento y la Comisión establecieron el registro de transparencia de la UE, al que se unió el Consejo en 2021. En ese mismo año, estas instituciones acordaron el principio de condicionalidad, por el que el registro es una condición previa necesaria para que los grupos de presión puedan llevar a cabo determinadas actividades. El objetivo de estos acuerdos interinstitucionales es que los ciudadanos puedan seguir las actividades de los representantes de intereses y sean conscientes de su posible influencia, como divulgar el apoyo financiero que reciben.

La auditoría del Tribunal de Cuentas Europeo surge en el contexto del «Qatargate». En diciembre de 2022, se dieron acusaciones de que el Estado de Qatar había influido ilegalmente en diputados al Parlamento Europeo antiguos y actuales (y de que incluso los habían sobornado) para alcanzar determinados objetivos de su política exterior. Aunque este hecho fue posterior al inicio de la auditoría, que se centraba en el período 2019-2022, los auditores tendrán en cuenta las decisiones relacionadas, es decir, las adoptadas por el Parlamento Europeo sobre la manera de establecer el registro.

Existen varios interrogantes esenciales cuya respuesta desearán obtener los auditores. Por ejemplo, ¿se basa el registro en principios de transparencia e integridad reconocidos internacionalmente sobre la actividad de los grupos de presión? ¿Hacen las tres instituciones firmantes un uso extensivo del registro como condición previa a la actividad de los grupos de presión? ¿Se obtiene buena calidad de los datos sobre las actividades de los grupos de presión con las modalidades de funcionamiento de la secretaría del registro? ¿Ofrece el sitio web público del registro un contenido relevante?

El 17 de abril de 2024 se publicará el informe en el sitio web del Tribunal de Cuentas Europeo (a partir de las 00:01). Puede consultar las constataciones de los auditores y sus recomendaciones de mejora.

El lobby a los legisladores de la UE: ¿existe juego limpio?