La capacidad de los actores públicos y privados de adoptar y desarrollar tecnología punta varía
considerablemente entre los Estados miembros de la UE. Con el fin de abordar esta brecha en la
innovación, la UE se ha centrado cada vez más en garantizar una mayor participación en sus
programas de financiación en materia de investigación e innovación (I+i), con la introducción de
medidas específicas para liberar el potencial de países que registran un bajo nivel de innovación
y el fomento de las sinergias con los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (Fondos EIE).
El Tribunal de Cuentas Europeo realiza una auditoría para evaluar la acción emprendida por la
Comisión para lograr este objetivo de «ampliar» el programa Horizonte 2020.
La I+i constituye una parte esencial de la productividad y de la competitividad económica. En las
últimas décadas, la innovación tecnológica ha sido el catalizador de aproximadamente dos tercios
del crecimiento de la economía europea. Un tercio de todos los empleos europeos se encuentran
en los sectores basados en el conocimiento. Entre las metas políticas de la UE se encuentra la
distribución equitativa de las actividades de I+i en todos sus Estados miembros.
Horizonte 2020 es el octavo programa marco de la UE para la investigación y la innovación.
Funciona a través de la cofinanciación de proyectos colaborativos de vanguardia en I+i en los
Estados miembros y los países socios, y es el principal instrumento de financiación de la estrategia
Europa 2020 y de los objetivos del Espacio Europeo de Investigación (EEI), una iniciativa puesta en
marcha en el año 2000 para la creación de un mercado único y sin fronteras en materia de
investigación, innovación y tecnología para toda la UE. El programa Horizonte 2020, que se inició
en 2013, se centró cada vez más en difundir la excelencia y «ampliar» la participación de países con tasas bajas de innovación ofreciéndoles un apoyo complementario en la concepción de políticas, el refuerzo de las capacidades y la creación de vínculos entre las principales instituciones de investigación y las regiones que muestran un bajo rendimiento. Además de la financiación de Horizonte 2020 y con el fin de financiar estas medidas, se emplearon los Fondos EIE, que tienen por objeto reforzar la cohesión social y económica de la UE.
«Existe una brecha continua entre actores públicos y privados de diferentes Estados miembros en cuanto a su rendimiento en investigación y su capacidad de innovar. Esta brecha entre los líderes en innovación y los países con bajo rendimiento impide que la UE aproveche plenamente su potencial y pone en entredicho su crecimiento económico, su prosperidad y su estabilidad social», señala Ivana Maletić, Miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable de la auditoría. «El objetivo de esta auditoría es evaluar si las medidas de la Comisión (por ejemplo, en el marco de Horizonte 2020 y mediante la promoción de sinergias con los Fondos EIE) han ayudado a reducir la brecha de I+i en la UE».