Con el fin de salvar las persistentes diferencias en investigación e innovación (I+i) y fomentar la excelencia en los países rezagados, la Comisión Europea aplica una serie de medidas especiales (denominadas «de ampliación») para dotar a estos países de un mayor acceso a una financiación clave de la UE. Sin embargo, en el informe que hoy se publica, el Tribunal de Cuentas Europeo constata que el verdadero cambio depende en gran medida de los Gobiernos nacionales, que deben entender la I+i como una prioridad para que aumenten la inversión y las reformas. Las medidas de ampliación de la participación solo pueden impulsar el progreso de estos países que, por sí solos, carecen de suficientes facultades para generar los cambios necesarios en los ecosistemas nacionales de I+i.
La participación en los programas plurianuales de la UE en I+i se basa en la excelencia, lo que supone que solo las mejores propuestas son seleccionadas. De este modo, los investigadores e innovadores de países con bajo rendimiento (cuyos ecosistemas de I+i están menos desarrollados) presentan una serie de dificultades cuando compiten con sus homólogos procedentes de países con rendimiento mayor, y a menudo ganan menos plazas en los programas, lo que, a su vez, limita el potencial de sus países para superar las deficiencias en I+i. La UE abordó este círculo vicioso introduciendo una serie de medidas para ampliar la participación en el programa Horizonte 2020 para el período 2014-2020. Estas medidas se dirigían a trece países que pertenecen a la UE desde 2004, además de Luxemburgo y Portugal.
«Con el fin de aprovechar el potencial de la UE y eliminar las diferencias entre los líderes de la innovación y los innovadores más modestos, los investigadores de toda la UE deberían poder beneficiarse de estos programas de financiación», afirma Ivana Maletić, Miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable del informe. «La Comisión ayuda a los países con bajo rendimiento a ponerse al día, pero su apoyo no hace milagros y su papel solo es el de factor catalizador. Para romper este círculo vicioso, los Estados miembros deben emplearse a fondo».