Desde 2007, la Comisión Europea ha gastado más de 25 000 millones de euros de los fondos de desarrollo rural en la diversificación de la economía rural y la mejora de infraestructuras en las zonas rurales de la UE. Sin embargo, el éxito de estas medidas variaba considerablemente entre sectores y Estados miembros, según un informe especial publicado hoy por el Tribunal de Cuentas Europeo. Por ejemplo, el bajo rendimiento económico y el uso privado ilegítimo afectan a la durabilidad y viabilidad de los proyectos de turismo rural financiados por la UE. Los auditores recomiendan que la Comisión Europea divulgue las mejores maneras de canalizar más eficazmente los fondos hacia proyectos viables, mitigar el riesgo de que los proyectos se desvíen a uso privado y reforzar el potencial de las grandes bases de datos.
«La UE ha realizado grandes inversiones en medidas para que la economía rural dependa menos de la agricultura y la silvicultura, se mantengan y se creen puestos de trabajo, y mejoren las infraestructuras de las zonas rurales», dijo Viorel Ștefan, Miembro del Tribunal que dirigió la auditoría. «Pero los proyectos financiados por la UE en estos ámbitos deberían caracterizarse por su durabilidad, y en nuestra opinión, la UE debería hacer un mayor esfuerzo por promover proyectos en los que se obtengan beneficios duraderos y se optimice la ayuda de la UE.»