El mercado único de la UE permite que las personas, los servicios, los bienes y los capitales circulen con mayor libertad. La competencia, la normalización y el reconocimiento mutuo de los bienes, los derechos de los consumidores, la regulación de los servicios, los derechos de propiedad intelectual y la contratación pública son ámbitos importantes que contribuyen a la libre circulación y al comercio sin fricciones.