2020 fue un año sin precedentes, marcado por momentos especialmente difíciles y a veces desestabilizadores, pero a pesar de ello, ningún obstáculo fue insuperable. El Tribunal de Cuentas Europeo (el Tribunal) afrontó muy bien todos los retos, como refleja su informe anual de actividades, que se publica hoy.
El brote de la crisis de COVID-19 al principio de 2020 no impidió al Tribunal auditar el desempeño y la regularidad de las acciones de la UE. La continuidad de las actividades se mantuvo durante todo el año. El Tribunal continuó proporcionando a los ciudadanos y a los responsables políticos de la UE evaluaciones independientes sobre asuntos clave, destacando lo que había funcionado bien y llamando la atención sobre lo que no.
En 2020, los auditores examinaron muchos de los retos que afronta la UE en los distintos ámbitos del gasto de la UE, como el medio ambiente (la biodiversidad en las tierras agrícolas, los plaguicidas, el gasto en medidas contra el cambio climático, el medio marino), la movilidad (congestión urbana, proyectos de carreteras y transporte en toda Europa), el ámbito social (pobreza infantil, inversiones culturales) y la economía (política de competencia, unión de los mercados de capitales, defensa del comercio), por mencionar solo unos cuantos.
El Tribunal también demostró su flexibilidad para adaptar su programa de trabajo a la nueva situación y al cambio de las circunstancias a raíz de la pandemia de COVID-19. In particular, se reestructuraron algunas tareas que se hallaban en curso y se pusieron en marcha, en unos plazos muy ajustados, dos importantes análisis de la respuesta económica y de salud pública de la UE a la crisis del COVID-19.
En general, pese a haberse reducido drásticamente la capacidad de realizar controles sobre el terreno, los auditores de la UE lograron publicar todos los informes anuales en los plazos oficiales y produjeron 32 informes especiales y análisis. También publicaron 11 dictámenes, principalmente sobre el Marco Financiero Plurianual 2021-2027 y la iniciativa «Next Generation EU».
«También para nosotros los auditores de la UE, hay un «antes» y un «después» de la crisis del COVID-19. 2020 ha cambiado nuestra manera de trabajar. 2020 ha sido un momento decisivo en las finanzas de la UE: en los próximos siete años, la Unión podrá gastar 1,8 billones de euros, de los que 750 000 millones se destinarán como respuesta directa a la crisis del COVID-19. Estamos asumiendo nuevas e importantes responsabilidades», señala el Presidente del Tribunal, Klaus-Heiner Lehne. «Pueden estar seguros de que haremos todo cuanto esté en nuestra mano para seguir desempeñando nuestra función como auditor externo independiente de la UE y proteger los intereses de los contribuyentes europeos».